Pili Carrera, la ropa de los reyes de la casa


Nacida en 1963, Pili Carrera ha sido la firma elegida para vestir a varias princesas europeas. Sus mediáticas clientas son la mayor recompensa de su proceso de internacionalización.

Desde los talleres de un municipio de menos de 15.000 habitantes, Mos, en Pontevedra, salen los trajes que visten a los futuros reyes de Europa. Aunque la firma de ropa infantil Pili Carrera lleva abierta desde 1963, ha saltado a la fama mundial al ser elegida por Guillermo y Máxima de Holanda para que sus hijas lucieran sus mejores galas el día en que subían al trono de su país. No ha sido el único gran momento que han vivido en este pueblo gallego, ya que la princesa Leonor y la infanta Sofía también son habituales de esta casa, como las princesas de Suecia o las hijas del presidente de México.

"Todos nuestros clientes son reales", asegura Salomé Carrera, hija de la fundadora y actual gerente. Aunque agradecidas por la confianza de un público tan mediático, prefiere llevar la reciente fama con mucha discreción. Sin embargo, reconoce que su iniciativa de mandar varios catálogos a las casas reales para que pudieran conocer sus productos le ha valido para que su proceso de internacionalización se consolide más rápido. Así, un día después de la ceremonia de coronación holandesa, recibieron varias llamadas interesadas en abrir una franquicia allí. Además de su tienda en Ámsterdam, está presente en otros 14 países, desde Estados Unidos o México pasando por Rusia, Kuwait o Corea del Sur. Este año espera abrir en otros tres más.

Pili Carrera no sabe dónde está su límite, aunque tiene muy claro que la calidad, sus diseños y patronajes únicos tienen que mantenerse como su distintivo. "La moda evoluciona, pero la esencia siempre queda; por eso, hay que respetar siempre el estilo", insiste. Todo un sueño para esta familia que, en ningún momento, pensó que podía llegar tan lejos cuando el alma mater, Pilar, se quedó embarazada y tuvo que coser para su hija. "Teníamos poco dinero, así que mi madre pidió a sus amigas que le enseñaran a usar una máquina de tejer que había en casa para poder hacer ella misma la ropa que yo iba a usar cuando naciera", explica su hija Salomé. Ese bebé se convirtió rápidamente en la envidia de todo el barrio y la modista autodidacta empezó a vender sus trajecitos en la tienda de su cuñado. Un representante de viaje en Galicia quedó impresionado por la ropa que había en ese pequeño comercio y le ofreció a la reciente mamá la posibilidad de vender sus creaciones en Valencia. Compró una segunda máquina y contrató a su primera empleada. Había nacido Pili Carrera, una empresa que ya cuenta con un centenar de trabajadores.

Poco a poco, la firma fue creciendo y su ropa se fue encontrando en varias tiendas multimarca y propias. Pero lo que sigue igual es su producción. "No se ha pasado por nuestra cabeza externalizar el proceso, aún somos pequeños para tener gente controlando otras fábricas. Preferimos hacer todo aquí y así los dolores de cabeza son menos", explica Salomé. Además, señala que su especial ubicación en medio de minifundios con ovejas y gallinas es su particular as en la manga para convencer a clientes, socios y proveedores. "Acostumbrados a grandes ciudades, quedan impactados cuando les traemos aquí para que conozcan dónde se confeccionan nuestros productos", explica. En el mundo del márketing, no todo está inventado.

Desde la década de 1990 lleva Pili Carrera haciendo ‘marca España’. En esa época abrió sus primeras tiendas en el extranjero, pero su proceso de internacionalización empezó años antes. Acudió a ferias de moda infantil, como el referente mundial, Pitti Bimbo, que se celebra en Florencia (Italia), para hacer los contactos necesarios y crecer a nivel mundial.

Sin embargo, la actual gerente, Salomé Carrera, recuerda que, para salir fuera, no sólo hay que encontrar clientes. “La normativa es una barrera muy importante. Nosotros adaptamos nuestras colecciones a la más exigente y ésa es la que seguimos para todos los países”, apunta.

Consejos de pyme a pyme ¿Quién ha ayudado a Pili Carrera en los inicios? Aunque la empresa lleva el nombre de mi madre, la fundó realmente junto a mi padre, Bienvenido. Ella ha sido siempre la cara visible porque fue la que empezó tejiendo la ropa, pero el negocio creció gracias al trabajo en equipo.

¿Cuál ha sido uno de los mayores logros? Abrir una nueva tienda y llegar a un nuevo país. Es increíble la sensación de coger un avión, recorrerse medio mundo para llegar a Corea del Sur y allí, rodeada de gente muy diferente, con carteles con caracteres extraños para nosotros, encontrar un establecimiento con el letrero Pili Carrera. La sensación de orgullo es inmensa.

¿Y uno de los peores momentos? ¿Cómo se ha solucionado? Un negocio es un camino de piedras. Hay muchos malos momentos, que se solucionan con constancia y trabajo. Y, sobre todo, diciendo esto no va a poder conmigo. Una empresa es una montaña rusa con buenos y malos momentos.