El textil gallego lanza una cadena de moda para el mercado extranjero


El banco de pruebas será un centro comercial de Ciudad de México. Allí se instalará la primera flagshop (tienda insignia) de una serie de locales, de alrededor de 500 metros cuadrados de superficie, que conformarán laprimera cadena de moda gallega.

Antes tendrán que pasar algunas cosas. La primera es que los inversores mexicanos, de origen gallego en su mayoría y con negocios en la hostelería y las estaciones de servicios, den el paso y comprometan el capital. Las conversaciones no han podido ir mejor, y la ronda de contactos abierta esta pasada semana en la capital mexicana ya ha suscitado el interés de un grupo de inversores atraídos por la idea de diversificar sus negocios.

El segundo paso es la creación de un equipo de gestión propio, con personal procedente de cadenas de moda españolas instaladas en el país azteca. Porque la idea, según explica el sector, es que la cadena funcione como unholding en el que las marcas gallegas serán socias del proyecto y proveedoras de producto, pero la gestión deberá estar a cargo de expertos en alta dirección que ya conocen el negocio en México.

Los operadores de centros comerciales están también receptivos y consideran que la propuesta del textil gallego encaja en unos recintos que están surgiendo como setas por el bum del consumo en este país y que cuentan con una clientela de alto poder adquisitivo.

«El formato sería una cadena de tiendas con un nombre que está por decidir, que ofrece un producto dirigido a un segmento medio-alto de la población que busca exclusividad, sin necesidad de lucir logos por todas partes», explica Alberto Rocha, secretario general de Cointega, la patronal gallega del textil.

México, solo el principio

Cada fabricante gallego venderá su propio producto; es decir, no se comercializará marca blanca, sino firmas de diseño gallego. La cadena multimarca está abierta a todas las empresas gallegas del sector textil-moda que facturan por debajo de los 100 millones de euros. Prácticamente todas, a excepción de Inditex, Textil Lonia, Bimba y Lola y Adolfo Domínguez.

«Tenemos un producto de calidad, muy digno, que se defiende en cualquier parte del mundo», asegura Rocha, que sitúa el arranque efectivo de la cadena de moda gallega entre los meses de julio y septiembre, cuando la mayor parte de los potenciales inversores estarán en Galicia.

México sería solo el principio de un modelo de negocio que permitirá a las pymes del sector llegar con su producción a los centros comerciales en los que se encuentra su mercado potencial, pero que, de forma individual, resultan inaccesibles por su elevado coste de ocupación. «Creemos que hemos encontrado un formato que es claramente exportable a otros mercados. El siguiente podría ser Colombia», dice Rocha.