Análisis del sector textil moda en Galicia


José Antonio Conde, presidente de la patronal gallega Cointega y empresario al frente de Alba Conde, repasa la estructura del sector de la moda en la comunidad autónoma.

Con frecuencia, cuando nos preguntan sobre cómo va el sector en Galicia, es fácil que enseguida nos apostillen: “pero sin contar a Inditex”. En estos casos ya sabemos que nuestro interlocutor no tiene la menor idea de lo que pasa en nuestra tierra. No se puede pasar por alto el efecto que ha tenido Inditex en la configuración del ecosistema creado alrededor del sector en la euroregión formada por Galicia y el norte de Portugal.

El tejido empresarial existente no ha dejado de diversificarse y ganar en especialización, con empresas situadas en los distintos eslabones de la cadena de valor, que han ido afinando la capacidad de sincronización y, de forma natural, han conseguido funcionar como si fuesen una única organización integrada verticalmente, incluso con la formación. Tal vez, lo más novedoso que está ocurriendo es la entrada de nuevos actores, como empresas de mobiliario contract, que posibilitan abrir una tienda en cualquier parte del mundo en un plazo insuperable.

Gracias a esta realidad, la gran ventaja estratégica de las empresas gallegas del sector moda radica precisamente en los recursos existentes en su territorio, con dos ventajas añadidas. Por una parte, la existencia de una frontera administrativa, que aporta seguridad jurídica y permite a las empresas operar en lo más parecido a un mercado de competencia perfecta casi sin salir de casa. Y, por otra parte, que a diferencia de lo que ocurre en otros sectores (como el automóvil, donde todas las empresas se organizan alrededor de unas pocas marcas en círculos concéntricos), las marcas de moda en Galicia, con independencia de su tamaño, se benefician de los proveedores de producto y servicios que tiene la gran empresa del sector aquí situada.

Por otra parte, si analizados los casos de los últimos cierres, como los de Caramelo y Viriato, vemos que se trataba de empresas con alguna dimensión, por lo que el mantra (o nuevo crecepelo) que escuchamos en muchos foros políticos y empresariales de que sólo hay futuro si conseguimos empresas de mayor tamaño, hay que relativizarlo.

 “Las 700 pymes de más de 20 años representan el 27% del sector en Galicia y aportan el 47% de su facturación 

En este sentido, de las 700 pymes más relevantes, las que tienen una antigüedad de más de veinte años representan el 27% del total y aportan el 47% de la facturación, con una media que apenas supera los tres millones de euros anuales. Esto significa que una empresa puede consolidarse con un volumen de facturación muy bajo cuando hace las cosas bien, sobre todo si ha conseguido autofinanciarse y encontrado su nicho.

Pero el análisis resultaría incompleto si no mencionámos los éxitos de las empresas comoSociedad Textil Lonia y Bimba y Lola, donde se pone de manifiesto las ventajas que tiene conseguir un cierto tamaño.  Caso aparte es Adolfo Domínguez, uno de los iconos del sector gallego y cuya marca está demostrando una fortaleza digna de tener en consideración.

Por todo lo expuesto, estamos revisando el plan estratégico visión 2020, que en la versión del 2011 incidía especialmente en la vertebración sectorial, innovación y competitividad, para articularlo sobre los ejes de músculo adecuado para cada dimensión y estrategia.

Ahora, el objetivo es incentivar la creación de nuevas empresas y reposicionar algunas de las existentes para incrementar la frecuencia en la aparición de nuevas estrellas.