El grupo de cosmética creará una sociedad textil para fabricar y comercializar líneas de diseño propio y elevada calidad
Postquam Cosmetics pujó fuerte y ganó. El martes 31 de octubre vencen los cinco días naturales que otorga la ley para que si alguno de los otros postores que pujaron por la marca Caramelo tiene algo en contra de que haya ganado el grupo vallisoletano hable ahora o calle para siempre.
No se esperan sorpresas, pero Santiago Tejedor, director general de Postquam Cosmetic, no quiere manifestarse en calidad de nuevo dueño de la marca Caramelo hasta que la semana que viene el juzgado así lo ratifique. «A partir de la próxima semana, si es nuestro, presentaremos el proyecto que tenemos pensado», afirmó este miércoles el empresario, de regreso de la subasta de A Coruña.
Postquam aguantó el tipo, frente a la presión de los competidores, y acabó poniendo sobre la mesa la oferta más elevada: 505.000 euros. Una cantidad que este miércoles seguía generando sorpresa y hasta incredulidad en el textil gallego, en donde fue el tema de conversación del día.
Y lo fue porque la emblemática marca de moda se irá para un grupo con sede en Valladolid, echando así por tierra las aspiraciones de dos firmas gallegas, Etiem y Do Rego; y la del potente grupo luso Kosu Nuno, que se quedó en los 500.000 euros y habría impugnado la adjudicación.
Pero la subasta ha sido limpia y cristalina «y no hay motivo para pensar que el juez tome en consideración ninguna queja; no es previsible», insistieron este miércoles fuentes expertas sobre el proceso.
Una nueva empresa
Tejedor insiste en mantener un perfil de cautela. «Si somos los adjudicatarios, trataremos la marca con todo el cariño y todo el respeto. Queremos devolverla a donde estaba. Porque detrás de Caramelo hay una historia de mucho valor y mucho esfuerzo», asegura el directivo.
Aunque su oferta no trascendió hasta este pasado martes, el empresario vallisoletano asegura que su grupo está detrás de la marca desde marzo. ¿Pero qué interés ha visto un fabricante y distribuidor de cosméticos en esta enseña gallega? «Caramelo es una marca patrimonio de todos, es una de las cinco o seis firmas de moda más reconocidas en España, y me daba mucha pena que desapareciera», afirma Santiago Tejedor, convencido y satisfecho de haber hecho una gran compra.
Pese a su reticencia a desvelar sus cartas hasta que el juzgado ponga el punto final a la partida, el director general de Postquam avanza algunas pinceladas de su plan de futuro para la marca gallega, que asegura conocer bien, y no solo como usuario. «He tenido al menos una decena de trajes de Caramelo», confiesa.
Los planes del empresario pasan por recuperar el prestigio de la marca con las mismas armas: fabricar un producto de diseño propio y elevada calidad.
«Somos un grupo especializado en cosmética y peluquería, con algunos pinitos en la moda, pero para Caramelo vamos a crear una sociedad nueva, que tendrá en el mercado distintas líneas, desde trajes a abrigos o zapatos», explica.
Resistente al fracaso
Remarca Tejedor la idea de que Caramelo seguirá teniendo un fuente vínculo con Galicia: «Quiero que la fabricación se haga en Galicia. Que sea una gran marca. Compramos demasiados trajes italianos que están hechos en China», afirma.
Por falta de dinero no será. Grupo Tejedor, que es la sociedad patrimonial de la que Postquam es la lanzadera, supera los 45 millones de facturación (solo Postquam aporta 35 millones).
El miedo a otro fracaso por resucitar la marca no entra en los planes de Tejedor, que solo contempla un begin the begin (volver a empezar) marcado por el éxito.
De la mano de este grupo de Valladolid, Caramelo, que fue uno de los protagonistas del éxito de la moda gallega en la década de los ochenta y noventa, se reinventa de nuevo. En sus 30 años largos de vida, la firma ejecutó tres ERE (2009, 2012 y 2014) que supusieron el despido de más de quinientas personas. Y pese a todo lo malo, la marca sigue viva y con un valor de mercado de medio millón de euros. Nadie da más.
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